Parábola de la Cueva (Conclusión Personal)
En lo que nos rodea muchas veces no sabemos distinguir entre la realidad y la ilusión, esto se debe a que no observamos las cosas en todas las direcciones y de todas las formas posibles; esto nos ayudaría a entender y comprender mejor el mundo que nos rodea y también para alcanzar muchos aspectos y dudas que nos hemos creado atreves del tiempo; de igual forma nos mejora el aprendizaje y nos ayuda a saber razonar y distinguir el conocimiento bueno y poder concluir con la verdad.
Así que tenemos que quitarnos esos “aires de sabiduría”, desentrañar nuestro orgullo y ego, abrirnos a los cambios e iluminar nuestra visión para no ser conformistas y realmente saber y estar seguros de la realidad, ya que si nos quedamos viendo el reflejo las sombras, solo veremos un pequeño reflejo de lo que nos estamos perdiendo, de la maravillosa realidad.
En lo que nos rodea muchas veces no sabemos distinguir entre la realidad y la ilusión, esto se debe a que no observamos las cosas en todas las direcciones y de todas las formas posibles; esto nos ayudaría a entender y comprender mejor el mundo que nos rodea y también para alcanzar muchos aspectos y dudas que nos hemos creado atreves del tiempo; de igual forma nos mejora el aprendizaje y nos ayuda a saber razonar y distinguir el conocimiento bueno y poder concluir con la verdad.
Así que tenemos que quitarnos esos “aires de sabiduría”, desentrañar nuestro orgullo y ego, abrirnos a los cambios e iluminar nuestra visión para no ser conformistas y realmente saber y estar seguros de la realidad, ya que si nos quedamos viendo el reflejo las sombras, solo veremos un pequeño reflejo de lo que nos estamos perdiendo, de la maravillosa realidad.